Hay un mundo de ríos quebrados y distancias inasibles
Que lleva en el dorso una almendra de fuego,
Nubes rasgadas por una mano de coral
Flores pintadas con el sudor
Peces de arsénico como tiburones,
Con dientes grandes
En el triste mar que mece los cadáveres de las gaviotas
Y en el oscurísimo beso punzante debajo de las
manzanas levemente heridas
Una luz maravilosa que viene del monte;
Y enceguece las miradas
Ignora el misterio de la espiga,
¿Qué ángel llevas oculto en la mejilla?
Nuñez,MARIA SOL
Cnokaert,AGUSTINA
Terol,LUCIA
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